Mamarazzi 101: Técnicas para fotografiar a esos locos bajitos.
Existen muchas técnicas para mejorar tu fotografía infantil y de familia. No voy a entrar en contaros las estrategias más avanzadas de los fotógrafos profesionales, porque, entre otras cosas, no estamos haciendo este curso de Mamarazzi y fotografía familiar para convertiros en tales… (hey, que si queréis, ¡no seré yo el que os detenga!), pero además porque cada cual tiene su manera de aproximarse a este tipo de fotografía, y muchos usamos combinaciones de cámaras y lentes bastante costosas, y ese dinero te permitiría llevarte a toda la familia de viaje una semana entera… ¡y contratar un fotógrafo allí para que te haga las fotos!
Lo que os voy a contar, a vosotros y vosotras mamarazzis, son pequeños consejos que yo mismo me doy cuando hago este tipo de fotografía. Así de simple. En la anterior entrada a este post os expliqué la manera de acercarnos a estas fotografías centrándome en el protagonista de la fotografía. En esta voy a ser un poco más técnico y me voy a centrar en la cámara, sin entrar en detalles muy complejos, claro está. El orden no es casual, considero que lo prioritario es saber tratar a tu sujeto, en este caso, tu familia, para que sean ellos mismos delante de la cámara, para que disfruten la experiencia, y lo segundo, saber qué hacer con la cámara de fotos.
Lo primero y fundamental que tenéis que tener en cuenta cuando fotografiáis niños es que son personitas que por naturaleza tienden al movimiento y la agitación. No os descubro nada que no sepáis, pero imaginad lo que ello supone a la hora de hacer fotografía de niños. También puedes tratar de obligarlos a estar quietos, posando y mirando a la cámara…que, aparte de la improbabilidad de conseguirlo, desde mi punto de vista es, de algún modo, arrebatarlos de su propia identidad y vitalidad. Por tanto, asumiendo esa naturaleza atolondrada, y si queremos, incluso estimulando ese comportamiento en nuestras imágenes lo que vas a necesitar son reflejos, y paciencia…, y buena luz.
Lo de la buena luz es necesario para poder lidiar con los posibles movimientos imprevistos de los peques. Para poder congelar la imagen en ese preciso momento que tú quieres que se quede congelada la cámara necesita utilizar velocidades relativamente altas de disparo, y eso lo consigue en ambientes luminosos. Como ya sabéis (y si no, aquí estoy yo para explicarlo), en condiciones de poca luz, la cámara necesita de más tiempo para poder capturar toda la luz que necesita. Dicho de otro modo, cuanta menos luz, más tiempo tardará la cámara en hacer una foto, hasta el punto en el que en condiciones relativamente oscuras la foto registra las pequeñas vibraciones de tu mano (que son inevitables) o un pequeño ladeo de cabeza de los miembros de tu familia y por tanto, tendrás fotos movidas. Y por contra, cuanta más luz más eficiente es la cámara congelando un movimiento, o una expresión.
Podéis hacer una prueba. Coge tu móvil, ve a un sitio con buena luz (un exterior en día soleado, por ejemplo) y haz una foto de tu peque mientras salta. Luego, repite la misma foto luego más tarde en una habitación de casa con luz artificial. En la primera probablemente consigas congelar ese movimiento, mientras que en la segunda conseguirás una imagen movida.
Lo que me lleva a un segundo consejo. No dudes en utilizar ráfagas de fotos para quedarte con lo mejor. Todas las cámaras, incluyendo los móviles te permiten realizar disparos en ráfagas. Las ráfagas son muy útiles cuando estás tratando de realizar fotografías de alguna actividad, pero no está mal utilizarlas cuando haces un retrato de un niño. Disparar tres fotos en vez de una, por ejemplo, te permite luego tener más opciones a la hora de elegir una fotografía. Eso sí, acuérdate luego de borrar las que descartes, o vas a llenar la memoria de la cámara de imágenes que no necesitas.
Además, no tengas miedo en hacer bastantes fotos hasta conseguir la que quieres. Uno de los secretos más ocultos de un fotógrafo familiar profesional es que de cada imagen que muestra, probablemente ha hecho muchísimas más. En fotografía infantil sobre todo, las fotos que no sirven superan con creces a las que sirven. En mi caso, de una sesión donde entrego unas cincuenta fotos puedo haber disparado unas diez veces más. Aparte de buscar re-encuadres, cambios de perspectiva, siempre hay condicionantes que no puedes controlar en la espontaneidad de un niño, fallos, expresiones borrosas, malas caras, etc que no te ayudaran a crearte fama como Mamarazzi. Aprende a tener paciencia haciendo fotografías. Harás muchas más de las que enseñas… y por tanto aprende a seleccionar y conservar solo lo mejor de lo que hagas.
Las cámaras y lentes con zoom son muy útiles cuando haces fotografía infantil, porque te permiten de manera rápida adaptar la cámara a los movimientos de los chicos, pero si estás con el móvil, olvídate del zoom, no es nada práctico, o bien logrado. Así que, en cualquier caso, te recomiendo utilizar las piernas como tu mejor zoom. Incluso en una habitación, es muy probable que tu pequeño o pequeña decida moverse de aquí, allá, con lo cual, tienes que tener reflejos y buenas piernas para seguirlos. No porque vayan muy lejos, si no porque te tendrán en continuo juego de agacharte para hacer la foto, volver a levantarte para moverte con ellos, y volver a agacharte. Mis sesiones de fotografía de familia siempre me dejan completamente agotado, porque tengo que seguirles el ritmo y levantarme y arrodillarme, o incluso tumbarme innumerables veces. Recuerda que para tomar fotos de niños lo mejor es siempre colocarte a su altura, conectas mejor con ellos, y ves el mundo desde su punto de vista… fundamental.
Por otra parte, en fotografía infantil tienes que exigirle a tu cámara que sea muy buena y rápida enfocando. Tener un buen sistema de enfoque te va a ayudar muchísimo, porque vas a poner toda tu fe en él para que consiga mantener enfocado a tu peque mientras se mueve de aquí para allá. El sistema de auto-enfoque es uno de los mejores inventos de la humanidad (al menos si lo tuyo es hacer fotografías, claro), y el nivel de rapidez y precisión que tienen la mayoría de las cámaras a día de hoy es espectacular. Normalmente, todos funcionan bastante bien cuando las condiciones de luz son buenas…, pero en cuanto ya no lo son tanto… algunas, como pueden ser las cámaras de los móviles, pierden mucha eficiencia. Es por ello que, si tu intención es renovar cámara en algún momento, asegúrate de revisar muy bien los comentarios, críticas y reviews que tenga esa cámara sobre el autofocus. Para mí, es prioritario.
Y por ahora, poco más, Asegúrate siempre de estar muy pendiente de las fotografías que estás tomando, no te alejes muchos de los peques, y no te pongas a revisar las fotos mientras estás en faena. De repente puedes darte cuenta de que te estás perdiendo la mejor foto justo cuando estás revisando la foto anterior. Luego siempre tendrás tiempo de mirarlas todas juntas. Y de quedarte la mejor. Y ante todo, no tengas miedo a fallar, a explorar e inventar cosas nuevas. Al fin y al cabo estamos hablando de tu propia fotografía familiar.
¡Animo, y a probar!
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